martes, 3 de agosto de 2010

CAPÍTULO VII: Esos Ojos Negros.

Tengo que decir que he asistido a muchas bodas durante los años que he trabajado a las órdenes de Leo, he visto de todo o casi de todo, algunas más sencillas y otras más espectaculares, unas más clásicas y otras más originales. La ceremonia de la boda de Luz fue sencillamente la más emotiva y tierna que había visto nunca, tanto que hizo que incluso se me empañaran los ojos en algún momento que otro. Y lo que es más, nunca había visto pareja que se mirara a los ojos con tanto amor y pasión como aquella en el altar, viendo la escena recordé aquella ya lejana conversación con Luz, aquella en la que me preguntaba porqué no creía en el amor, y ahora de pronto tenía la respuesta, sí, sí creía, lo tenía allí mismo, lo que no estaba tan segura de creer es si yo alguna vez lo encontraría, y sentí añoranza de ese sentimiento que alguna vez albergué en mi corazón. Fue una ceremonia preciosa, romántica y tierna, pero que me dejó un sentimiento agridulce al acabar. Quizá era hora de admitir que quería y envidiaba aquello que ellos compartían, y que por otro lado veía tan lejano para mí.

Al acabar la ceremonia los novios se dirigieron hacia la gran carpa, seguidos de sus invitados y de una suave música. Ya había anochecido cuando Luz y Jerome hicieron el primer brindis y cortaron la cinta que franqueaba la puerta de entrada a la carpa rodeados de aplausos y vítores. En el despejado cielo de verano irrumpieron unos fuegos artificiales anunciando el comienzo de la fiesta y los invitados comenzamos a entrar en la carpa para disfrutar junto a los novios de la cena. Leo no se había separado de mí ni un segundo desde que habíamos llegado, juntos llegamos a la mesa en la que cenaríamos con algunos de los socios más importantes del padre de Luz. Como buen caballero apartó mi silla y me ayudó a sentarme, luego se sentó en su sitio. Poco a poco la mesa comenzó a ocuparse, sólo quedaba un lugar vacío, justo el de mi derecha, imaginé que llegaría tarde pero llegaría. Cuando llegó el segundo plato el lugar seguía vacío, me extrañaba bastante porque yo misma hice el croquis de las mesas con la propia Luz y no había ninguna en la que hubiera un lugar vacío, pero no conseguía recordar el nombre del misterioso ausente, de todas formas tampoco me importaba mucho, la verdad es que estaba disfrutando mucho de la conversación que estábamos compartiendo en la mesa, los socios del padre de Luz eran además gente muy culta y la charla me resultaba muy interesante. La cena pasó volando, cuando quise darme cuenta los novios ya bailaban su vals nupcial en la pista. Quizá sería efecto del vino que había bebido durante la cena y que no estaba acostumbrada al alcohol pero la música y las luces me hacían tener la sensación de estar en una especie de sueño, apenas me di cuenta de que Leo me cogía por la cintura y me sacaba a bailar junto a las demás parejas que iban uniéndose a los novios. Por una vez pensé que no sería malo dejarse llevar un rato, y de verdad estaba disfrutando del baile, cuando escuché una profunda voz masculina desconocida dirigirse a Leo.

- ¿Me permites?- le preguntó.

Leo simplemente soltó su abrazo, y de pronto tuve la sensación de no estar tocando el suelo, pero el vino me había anestesiado los sentidos, ni siquiera levanté la mirada para ver a mi nueva pareja de baile, aunque por el rabillo del ojo capté una mirada de celos de Leo. La música seguía sonando y yo me sentía flotar, la escuchaba cada vez más lejana, sentía una especie de sopor extraño.

- Hola Athena…por fin nos conocemos.- dijo aquella voz directamente a mí oído.

Y entonces el hechizo se rompió. Me solté de aquellos brazos desconocidos y me di cuenta de que ya no estábamos en la pista de baile de la carpa, sino fuera, lejos de la música y de la gente que seguía celebrando. Pero cuando le miré…allí estaban esos ojos negros que me perseguían en mis sueños de madrugada, y sentí que me faltaba el aire, que todo giraba a mi alrededor y que las piernas me fallaban. Antes de caer él me sujetó.

- ¿Qui…quién eres?- conseguí preguntar, el miedo se filtró por mi voz, pero él no me soltó.

- Alguien que deseaba conocerte hace mucho…Athena.- era la segunda vez que pronunciaba mi nombre, y esta vez a diferencia de la primera un escalofrío me recorrió la espalda.- Tendrás que perdonarme por no haber llegado a tiempo en la cena, pero he tenido que ocuparme de un imprevisto. ¿Me perdonarás….Athena?.- definitivamente este hombre no hablaba, este hombre acariciaba con su voz, y cuanto más escuchaba mi nombre en su boca más me aceleraba el corazón.

No me atrevía a mirarle. Así que él era el famoso ausente de nuestra mesa…y hubiera estado sentado justo a mi lado. Por fin me soltó y yo recobré un poco el aliento y el dominio de mí misma.

- ¿Y a quién tendría que perdonar?.- fue atrevido por mi parte, pero no quería parecer tan acobardada como un momento antes, y esta vez sí le miré a la cara, a esos ojos negros, eran fascinantes, todo él era fascinante, era enorme, de estrechas caderas y espalda ancha, podía sentir emanando de él una fuerza natural que nunca antes había sentido en presencia de nadie, y era guapo hasta morir, con esos ojos negros como la noche, esa boca sensual, su nariz recta, su espeso pelo tan negro como sus ojos…la realidad se fundía a mi alrededor, es como si hechizara con sólo mirarle, estaba clavada en el sitio, hipnotizada por él, ya no sentía miedo, sólo le sentía a él y los latidos de mi propio corazón. Deseaba saber su nombre.

Como si me hubiera leído la mente se acercó acortando la escasa distancia que ya de por sí nos separaba, puso un dedo bajo mi barbilla y suavemente levantó mi cabeza hasta que de nuevo tropecé con aquellos ojos de mis sueños, era irresistible.

- Ash…Ash Lastor.- la forma en que pronunció su nombre hizo que se me pusiera el vello de punta, su aliento rozó mi cara, era cálido, dulce, olía a algo salvaje, indescifrable.- ¿Me perdonarás ahora?...

- Sí…Ash.- susurré. Su boca estaba tan cerca de la mía que inevitablemente se me escapó un suspiro, ¿sería capaz de dejarme besar así de fácil por este desconocido?

No tuve que pensar mucho la respuesta, la voz de Leo nos interrumpió.

- Athena, ¿todo bien?.- fue como volver a la realidad, me di cuenta de lo que había estado a punto de hacer y las mejillas me ardieron de vergüenza.

- ¡Leo!.- me salió una voz más chillona de lo normal, me sentía como una niña pillada en una travesura, me aparté de Ash como si él quemara y me quedé entre los dos.- Esto sí…todo bien, em, ¿conoces a Ash Lastor?

Juraría que vi temblar el ojo derecho de Leo por un segundo, pero enseguida cambió la expresión de su cara.

- Claro, el señor Lastor es uno de los socios principales del padre de Luz…y el dueño del Golden Club…entre otras cosas.

Me giré hacia él asombrada.

- Sí, entre otras cosas- dijo mirando directamente a Leo- pero no me gusta presumir innecesariamente.- dijo sonriéndome a mí.

- Athena.-dijo Leo- ¿volvemos dentro?- me tendió la mano.

Antes de que me diera tiempo a contestar Ash lo hizo por mí.

- ¿Te molesta si te robo a Athena un rato más?- le pidió. Yo me sentí algo violenta dada la situación, no era la novia de Leo, pero había venido con él, sin embargo quería pasar algo más de tiempo con Ash, quería saber algo más sobre él.

La mano de Leo quedó suspendida hacia mí, pero no la cogí, esperaba su respuesta a la pregunta de Ash. Finalmente la dejó caer en gesto de rendición.

6 comentarios:

  1. Tú sabes que me has dejado pasmada con este Capítulo VII y los Ojos negros, no? Athena se ha quedado prácticamente "hechizada"...tras ver los ojos negros que tanto la atormentaban!! Vamos, más o menos como yo después de leerlo!! Qué misterioso es este Ash Lastor...

    Me has dejado con intriga y dolor de barriga nena!!! Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy.......

    Besitos y espero en poquito tiempo la continuación porque me has dejado muy, muy intrigada!

    Arantxa.

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  2. Pues claro q habrá continuación pronto ;), lo prometo.
    M encanta q t haya gustado tanto la entrada en escena d este nuevo personaje...y espero q t siga intrigando y sorprendiendo :p
    Besitooos!!

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  3. Ya sabes que me encanta como va a la historia!!!Soy tu lectora number one! Así que acuérdate cuando seas famosísima y firmes libros :-P (uy, ojalá)

    Besitosssssssssssss
    Arantxa.

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  4. jajajaja, ya m gustaría!!! Pero tranquila q sí, es verdad q siempre m dejas un comentario y m animas a seguir! :p gracias!!! Akumota m dijo un día q a ver si vamos pensando en q actores nos gusten para la peli, ajajajjaa, q se nos va la cabeza eh? jejejeje
    bSS!

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  5. vaya!!!.... los ojos negros!!... qué misterioso personaje.. que intrigadas nos dejas.. me a dado un poco de pena Leo, pero yo también me hubiera quedado a saber un poco más sobre este Ash jiji..

    Yo, Athena la veo interpretada por Jenifer Lopez, aunque igual es muy mayor para este personaje, no?? ^^

    No nos dejes mucho tiempo esperando eh!!

    Besitos a las dos!!

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  6. Mañana mismo siguiente entrega ;)...o si puedo esta misma noche, jejeje
    Pues quizá para Athena la López sea mayocita, pero bueno, le pega físicamente el personaje, y como los maquilladores hacen maravillas...jajajaja, seguiremos pensando ;)

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